domingo, 19 de julio de 2015




UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA


ESCUELA DE EDUCACIÓN Y HUMANIDADES



LA GUERRA Y LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO: EL PERÚ EN TRES EPISODIOS 

                                      CURSO                   :          Realidad Regional
                                       

                                       Estudiante                :           Estrada Mendoza Jakellyn



NUEVO CHIMBOTE – PERÚ
2008





LA GUERRA Y LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO: EL PERÚ EN TRES EPISODIOS


INTRODUCCIÓN:

El problema  que se discutirá en este trabajo  es que la guerra puede efectuar en la construcción del estado.  Aunque resulte paradójico, la guerra ha sido un elemento que ha contribuido a la racionalización del estado, pues pone en tensión a todas las capacidades de un Estado para enfrentar con éxito los desafíos.

En el campo  de la batalla si bien significa destrucción y caos también puede implicar el orden y las reglas. El estado debe buscar alcanzar ciertos niveles de centralización que le permitan solucionar problemas como la necesidad de recoger impuestos, conocer la magnitud de su población, saber quiénes y cuántos pueden ir a la guerra.

La guerra obliga al estado  y a sus élites a tener un conocimiento de los recursos disponibles dentro de un territorio dado.

Por ello existe una relación estrecha entre destrucción y organización. La guerra desde el renacimiento hasta la segunda guerra mundial ha incrementado el tamaño y el poder de algunos gobiernos centrales, lo que ha traído como consecuencia la desaparición de otros.

Por otro lado la guerra también muestra sus efectos en el plano intelectual. Un momento de desastre a causa de una derrota militar: exige a los intelectuales a buscar respuestas a problemas urgentes como: ¿Qué tipo de estado construir? ¿A quiénes integrar a él? ¿Qué ubicación en la distribución jerárquica deben ocupar ciertos grupos sociales?

La guerra produce aliados y enemigos, lealtades y enemistades, ello genera políticas ya sea a consolidar alianzas, exaltar intereses, derrotar al enemigo o a desactivar las potencialidades destructivas de él. Incita el temor y puede ayudar a prever.

El siglo XX los antecedentes fundamentales de la  guerra-estado fueron:

1- El estado peruano, como todos en América latina  surgió como el resultado de un proceso bélico, el que marco la independencia de las colonias de la metrópoli española
2- El fracaso de la confederación Perú- Bolivia (1836-1838) que género un debate  de alto nivel ideológico y político.



LOS TRES EPISODIOS


El primero episodio: es el de la guerra que el Perú sostuvo con Chile (1879-1883). Lo   fundamental de este momento es que después de perder el conflicto el Perú desde los años 1890 hasta 1919 experimento no solo un crecimiento económico importante sino también cierta estabilidad política y el auge de la oligarquía peruana; “edad de oro “ esto años representaron el inicio de la conformación del estado moderno peruano.


El segundo episodio: lo representa la guerra civil entre oligarquía/ejército y el Aprismo durante los años treinta. El  Aprismo perseguido y destinado a la marginalidad de la legalidad oligárquica puso en jaque al statu quo. Lo temible que fue como luchador/ enemigo el Aprismo, la oligarquía no perdió el poder por el contrario es posible afirmar que el enfrentamiento con el Aprismo le proveyó de recursos para afianzar en su domina  hasta 1968.

Estado peruano se caracterizó por ser sumamente eficiente para anular los conflictos entre las élites;  se manifestó incapaz de incorporar las demandas ciudadanas de la sociedad. El estado que se formó si bien no fue democrático si fue funcional a los intereses de las élites oligarquías.



El tercer episodio:
lo constituye la guerra civil que el Perú  vivió durante toda la trágica década del ochenta, con el enfrentamiento entre el estado y la sociedad y el movimiento subversivo Sendero Luminoso. Aunque también apareció en la escena político-militar el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru pero el clima bélico marco el Senderismo. Las consecuencias es la destrucción del estado populista peruano como en que permitió cobrar fuerza a ciertas condiciones para una restructuración dirigido por el gobierno de Alberto Fujimori desde 1992 luego del auto-golpe del 5 de abril de dicho año.














LA GUERRA CON CHILE Y LA REPÚBLICA DE NOTABLES (1894-1919)



La derrota que sufrió  el Perú en la guerra de 1879 tuvo efectos en distintos planos de la vida peruana como en lo intelectual, en lo político y en lo social.

A la guerra con chile le sucedieron dos guerras  civiles:

La primera  fue el enfrento por el control del gobierno a los generales del centro, Andrés  A.  Cáceres y del norte Miguel Iglesias de la que salió victorioso el primero;  instaurando un periodo de poco más de diez años de gobiernos militares.

La segunda fue la que pudo despojar a Cáceres  del poder por medio de las montoneras organizadas por Nicolás de Piérola, el gran caudillo civil del siglo XIX.

Gracias a una alianza política entre partidos Civiles y Demócrata y la participación de los poderes locales las montoneras lograron derrotar al militarismo e instauro un periodo de gobiernos civiles y vía elecciones censitarias desde 1894 hasta 1919.

La  guerra con chile fue  dura pero imprescindible. Las consecuencias fueron guerras internas entre los poderes locales peruanos. Pero sirvió como condición para que las elites tomaran nota de dos cosas: que no podían seguir desangrándose de esa manera y que esas pugnas las debilitaban y las alejaban del objetivo de consolidar un orden interno.

Atendiendo al peligro las elites se enfrentaron al interior de un estado de naturaleza, y como modo de consolidar la legitimidad del poder civil en tanto detentador del control del estado, el gobierno de Piérola se preocupó por profesionalizar al ejército y así poder revertir la presencia. De esta manera busca cumplir con tres propósitos: mantener el ejército subordinándolo al poder civil, prepararlo para las tareas de defensa nacional e iniciar el ejercicio legítimo de la violencia por parte del estado.

En el plano intelectual por primera vez se incorporó en una fecunda discusión sobre que era el Perú. Diecisiete años después de concluido el enfrentamiento bélico con chile apareció un grupo de intelectuales, los novecentistas o arialistas que se encargaron  no solo de encontrar las cusas de la derrota sino también de buscar las posibles  salidas a la postración espiritual en la que había quedado el Perú después del fracaso. ¿Qué era el Perú y quienes lo integraban? tratando de identificar quienes lo integraban  y que lugar debían ocupar cada uno de los componentes de la nacionalidad.

En ese esfuerzo surgió que debía ser resultado prontamente el de la demarcación geográfica y política  del estado peruano. Como  es común en la historia de las colonias que se independizan, las de-limitaciones geográficas no estaban plenamente construidas y reconocidas, esta situación provoco una serie de enfrentamientos entre los países que compartían fronteras.

Por ejemplo: las guerras de Sudamérica dejaron secuelas de sangre y destrucción. Actuaron como las réplicas de un fuerte sismo (la independencia) que ayudaron  después a que las capas geológicas de la sociedad se emparejen y lleguen tiempos de relativa calma ( avance del derecho internacional).

Pues la indeterminación del contorno geográfico ponía en riesgo al Perú de enfrentar un nuevo desastre bélico y colocaba un problema de primer orden el de la soberanía, como consecuencia el Perú se aboco a tratar de solucionar sus conflictos fronterizos: con Brasil en 1909, Bolivia en 1920 con chile mediante la devolución de Tacna en 1929 y con Colombia en 1933. Los acuerdos fronterizos con Brasil, Bolivia y chile se firman durante los dos  gobiernos de Augusto B. Leguía (1908-1912 y 1919- 1930).

Para asegurar la paz externa se hizo visible otra necesidad la de la estabilidad política interna. El resultado fue singular y exitoso: se produjo un acuerdo explícito entre las diferentes élites oligarquías que dio forma al estado oligárquico la cual tuvo su momento de mayor esplendor durante los años 1894-1919 periodo que se designó con el nombre de REPÚBLICA ARISTOCRÁTICA.

La  república aristocrática dio lugar a los sectores más importantes de las élites oligárquicas: agro exportadoras, grupos financieros y poderes locales. Esto contribuyó a que las élites de los diferentes espacios económicos- regionales tuvieran cierta representación política de acuerdo a sus pesos específicos en el panorama político-económico peruano. Sin embargo compartían la exclusión de las clases subalternas. 

La economía internacional tuvo una importancia fundamental en la construcción del pacto oligárquico pues el liberalismo comercial contribuyó decisiva mente al auge agro exportador haciendo que la economía peruana creciera. 

Luego  del declive del  comercio guanero y de las pérdidas  de las riquezas salitreras por la guerra de 1879 el Perú debió definir su estrategia  económica y la manera de insertarse en el ámbito internacional. De esta manera el Perú se conectó con el mercado internacional con ruta a la venta del azúcar, algodón, minerales y lanas. Fue bajo este macro económico que los agro exportadores se convirtieron en la fracción hegemónica del nuevo régimen.

Entre 1890 y 1920 la tasa de crecimiento de las exportaciones fue del 7%.  También  fue necesario crear instituciones que dieran cauce o ofrecieran  el respaldo suficiente al proceso económico. Así desde 1890 se promulgaron leyes tendientes a impulsar la agricultura de exportación, se dio la primera Ley  de Riegos para ganar  nuevas tierras o para la agricultura de la costa, también de creo en 1893 el Banco Agrícola y el Instituto Técnico de Estudios Agrícolas. Se crearon la Escuela Nacional de Ingenieros Civiles y de Mina de lima, el cuerpo de Ingenieros de Minas y de Aguas, la Escuela de Agricultura de Lima.

Se instauro el patrón oro con el fin de aceitar el engranaje de la economía peruana de  cara al mercado internacional abandonando el patrón  plata que había sufrido una devolución de aproximadamente 60% de su precio . se  creó  la Compañía Recaudadora de Impuestos y el  Ministerio de Fomento. “El Estado para estar más a tono  con los impuestos, iba modernizando sus funciones e incrementando su presencia”.

La creación de ciertas instituciones por el estado tenía el deber de cumplir una misión: preservar el orden jerárquico, incorporando segmentada y parcialmente a los disidentes de las elites y controlar las expresiones de descontento de los sectores populares especialmente obreros, quienes creían un número y politización a la par que crecía la economía y se expandían las industrias. Por primera vez en la historia peruana se dio cierto juego de alianzas entre los partidos existentes, básicamente el Civil, el Demócrata, el Liberal y el Constitucional quienes aseguraron la sucesión presidencial entre los años 1899 - 1912 y 1915 -1919. Se trató de una democracia elitaria pero no se constituyó un estado democrático.

En otro plano la guerra con Chile también puso en evidencia la fragmentación del país.  Por  ello se impulsó la articulación de las regiones vía el tendido ferroviario. De esta manera por el sur  el ferrocarril llego al Cusco, conecto el puerto del Callao con las zonas mineras  de los Andes centrales como La Oroya, cerro de Pasco y Huancayo, mientras que en el norte comunico a numerosas haciendas con los puertos.

El estado y las élites lograron ciertos consensos, básicamente exacerbando sentimientos de revancha ante el peligro externo o mediante la educación. Al mismo tiempo se preocuparon en introducir los valores del respeto a las jerarquías, la resignación y la obediencia y la aceptación como “natural”.

Finalmente el estado oligárquico también aprobó leyes de atención a los reclamos obreros. El principal fue de la jornada de ocho horas de trabajo durante el segundo gobierno de José Pardo donde se estableció una serie de leyes que protegían de alguna manera a los trabajadores así como también se establecieron en el gobierno de Augusto B Legía (1908-1912) y de Guillermo E. Billinghurst (192-1914), pues los dos últimos querían establecer nuevas relaciones entre estado y sociedad buscando modificar el panorama preponderantemente agrario de la economía peruana.

GUERRA OLIGARQUÍA-APRISTAS (1930-1933) Y LA DICTADURA MILITAR

En el periodo anterior ya se observaba una paulatina politización de las clases populares por acción del anarquismo y del anarcosindicalismo. Una expresión de este proceso fue la movilización popular –urbana de 1912, con el cual llego al poder un caudillo desafecto al civilismo y a la oligarquía dominante. Se trató de una acción política que emergió desde lo social pero no tuvo expresión política  y organización autónoma.

En  los años veinte aparecieron expresiones políticas partidarias para dar cauce a las nuevas expresiones sociales. Como fueron el aprismo y el socialismo, fundadas por Víctor Raúl Haya de la Torre y José Carlos Mariátegui. Estas conformaciones políticas –populares significaron una fuerte presión al estado oligárquico especialmente por parte del APRA.



El Partido Comunista no supo representar a las clases populares tanto por errores tácticas como por la fuerte represión que el estado ejerció  contra sus bases sociales, compuestas fundamentalmente por los trabajadores mineros. De esta manera, el comunismo quedo en una posición marginal en la lucha por el poder. Por el contrario el aprismo si fue capaz no solo de expresar política y organizativamente a los contingentes populares emergentes, sino a que les proveyó de una cierta identidad entre plebeya y religiosa.

En 1930 ya había caído el largo gobierno de Agusto B Leguía. El mejor vehículo que encontraron las elites oligárquicas para  el control del estado fue recurrir al ejército y el eligido como ejecutor del golpe fue el coronel Luis Miguel Sánchez Cerro. Luego del leguiisimo, la oligarquía estaba en condiciones de retomar el poder político. No obstante la fragmentación de la oligarquía ocasiono fricciones entre las elites regionales del norte y del sur.



Advino una etapa de precariedad institucional y de luchas internas al interior de ellas; producto de esta situación fue el destierro de Sánchez Cerro. La solución fue el establecimiento de una Junta  de Gobierno que tenía como misión convocar a elecciones en 1931 para elegir a un nuevo presidente, además de conformar una Asamblea Constituyente.

El auge vertiginoso que cobraba el Aprismo representaba un riesgo para el triunfo electoral de los representantes políticos de las elites oligárquicas. Para enero  de 1932 luego de un atento fallido contra Sánchez Cerro a manos de un aprista el gobierno decreto el Estado de Sitio, implanto cortes marciales y legalizo la pena de muerte. Al mismo tiempo la economía peruana no se recuperaba del shok de 1929 trayendo como consecuencias la recesión económica, la reducción de los salarios  y el aumento del desempleo. En enfrentamientos políticos y crisis económicas se produjo la más importante insurrección de la historia aprista en 1932.

Las consecuencias del conflicto militar APRA -ejercito  fueron profundas. Desde 1932  el enfrentamiento de la alianza de la oligarquía con el ejército, por un lado contra el APRA por el otro delineo la lucha política peruana. A pesar de su derrota militar del aprismo se convirtió en un factor clave en la lucha por el poder en el Perú y las clases populares se constituían en sujetos que podían amenazar el orden oligárquico. Pero además la oligarquía descubrió que no estaba sola en la lucha política y que ahora debía enfrentar a un enemigo al cual había que liquidar por cualquier medio.

Al amparo de la dictadura, el estado como promotor del desarrollo económico,  tuvo como objetivo central garantizar el equilibrio social de las clases productoras, cambiando la represión de derechos sociales, destinadas estas a desmovilizar a las clases populares emergentes. Con la dictadura de Benavides nació la política social en el Perú, sustentada en una ampliación del gasto público. se amplió la cobertura del estado y se configuraron ciertos elementos de un populismo autoritario.

El aparato estatal había crecido considerablemente. Mientras  1900 se calculaban 500 empleados  en 1920 aumentando a 5,329 y para  1931 a 14, 778. Es este último año ya se había fundado el Banco Central de Reserva con el objetivo de mantener la estabilidad monetaria y regular el circulante. La recaudación fiscal también aumento. En 1919 los impuestos a las importaciones representaba el 18% en 1927 fue de 30%.

Se crearon los ministerios de Educación, Salud y de Trabajo y Previsión Social, también estableció el reglamento para el manejo de fondos pro-Desocupados. En 1936 fundo el seguro Social y mando construir el Hospital Obrero y el Central Policlínico; también se reconoció 33 Sindicatos y se creó la Dirección de Asuntos Indígenas. Se creó Escuelas, Viviendas populares y estimulo el deporte como una manera de fortalecer el respeto a la autoridad y de fomentar la obediencia.

Durante la dictadura de Benavides “no aprovecho la ocasión para modernizar sus estructuras ni para hacer más ágil la economía del país. Pues  no hubo capacidad para reorientar la economía” por estar muy atado a las elites oligárquicas, que preferían conservar a innovar.

La guerra que la oligarquía junto con el ejercicito sostuvo contra el aprismo, contribuyo a que el estado modificara su carácter. Para ello debió crear instituciones que atendieran a los reclamos de la sociedad popular;  la oligarquía  mientras por un lado mantenía un estado de guerra contra el aprismo y por el otro buscaba descoyuntar a este de sus bases sociales (obreros, artesanales, clase media, empleados publica)

La retención producida por el enfrentamiento oligárquico- ejército contra el aprismo vertebró la vía política y social del Perú por lo menos hasta 1980.


LA GUERRA SENDERISTA (1980-1990) Y LA AUTOCRACIA FUJIMORISTA 


En los  años ochenta se vieron dos fenómenos contrapuestos en la vida peruana. Por un lado, la instauración de gobiernos constitucionales y por el otro la acción armada y la guerra contra el estado declarada por el grupo  maoísta Sendero Luminoso. Ambos  fenómenos se desarrollaron al interior de un contexto económico marcado por la recesión y la hiperinflación. Además se incrementó la violencia social y la corrupción empezaba a correr todas las esferas de la vida nacional. “En copos años, el Perú se vuelve el país de todos los peligros “.

Impidiendo así la consolidación de la democracia y esto llevo a una temprana crisis que se revela en la desgracia de los partidos políticos en el terreno social, las múltiples crisis que vivió el Perú durante los Ochenta jaqueo las débiles redes constituidas por una sociedad civil precaria. El trágico resultado de la guerra subversiva se revela en casi 30 mil víctimas producidas por el enfrentamiento donde las dos terceras partes- delos muertos fueron civiles.

El primer gobierno fue  Fernando Belaunde Terry en 1980 hasta 1985, Perú  fue destituido por golpe militar de 1968. En la política  económica, el acciopopulismo pretendió ir despojando al estado de sus  funciones sociales para otorgar prioridad al mercado. Las condiciones sociales de crisis en que se  encontró al país hicieron que el gobierno solo aplicara a medias el proyecto liberal que sus ministros y funcionarios repatriaos de los organismos internacionales portaban bajo el brazo.

La lucha contra el senderismo puso en jaque no solo al gobierno de Acción Popular sino también a la legitimidad  del orden democrático. Una tarea primordial era derrotar a la subversión. La reacción del estado fue echar mano a la represión indiscriminada lo que ocasionó el ejército de una violencia estatal que solo producía su propia des legitimidad tanto interna como internacional. A la violencia terrorista se le trataba de derrotar con la violencia ejercida desde el estado en la que las fuerzas armadas iban tomando una mayor participación en detrimento del gobierno  civil elegido.

Las violencias que cometían contra los derechos humanos producían dos efectos: el retraimiento de la vida pública de sectores importantes de la población y sus denuncias por parte de organismos internacionales como Amnistía Internacional.

Lo que se volvía evidente entre los ojos tanto de peruanos como de la comunidad internacional era que se trataba de un estado incapaz de detener la espiral de violencia y de asegurar mínimamente el orden interno.

En  1983 cuatro provincias del departamento de Ayacucho y 127 distritos no pudieron elegir a sus autoridades por el terror ejercido por el Senderismo. En 1984 existían 13 provincias  bajo la declaración de Zonas de Emergencia y se contaban aproximadamente 5000 víctimas. Una delas conciencias fue que predomino en la vida política y social del Perú la lógica de la guerra. Los senderistas fueron identificados como los enemigos a los cuales había que vencer.
Sendero Luminoso no cobraba su fuerza en el apoyo de amplios sectores populares, por contrario sus acciones contra el estado fueron llevadas acabo por comandos que no tenían ningún a relación orgánica con el pueblo al que pretendía liberar.

Todo esto afecto duramente a la vida en general del país. El estado perdió autoridad en aquellos lugares declarados por el senderismo como “zonas liberadas”. Pues  prácticamente desapareció tanto en sus funciones  de ofrecer servicios como en sus labores netamente represivas.

Sendero Luminoso estaba cumpliendo con su  proyecto: de llevar al gobierno a todo gobierno agotar sus recursos, los del estado y la nación en tareas de represión incidiéndole responder a las demandas elementales de la población.

Como reacción el estado debió crear algunas instituciones y readecuar otras. Y en eso autorizo el ingreso dela fuerzas armadas a  Ayacucho y creo los comandos político-, militares. El gobierno peruano opto en su lucha contra  el terrorismo relegando otros factores como los económicos, los sociales y culturales; y para eso también se creó la Dirección contra el Terrorismo y se readecuo y modernizo el Servicio de Inteligencia nacional.

El estado peruano  unto aquellas instituciones destinadas a la represión en detrimento de otras como las de promoción económicas  y sociales.

A la presión ejercida por Sendero Luminoso contra el Estado se debe agregar el descalabro económico que vivió el país durante la década del ochenta y se agravo  durante el gobierno del APRA. Una cifra es demoledoramente: en1990 la inflación llego a 7, 649,6%. Además la presión tributaria disminuyo drásticamente. Ye n los años  de 1986 – 1989 se mantuvo en un 9% en 1989 solo redujo 5%. Es decir el estado peruano estaba sin recursos.

De esta manera la crisis económica y la violencia terrorista pusieron en el límite de sus fuerzas a la sociedad peruana y debilitaron aún más a un estado tradicionalmente frágil, sin instituciones sólidamente constituidas, sin capacidad de atentar a las demandas sociales y más allá de su fortaleza “física” para reprimir.

Para julio de 1990 cuando concluye la administración  aprista el aparato estatal estaba prácticamente destruido: “la sociedad tuvo la sensación  de carecer de estado justamente cuando más lo necesitaba”

Fue bajo el fujimorismo  que se legalizo la ampliación de las facultades de las fuerzas armadas como la de intervenir en Universidades, Penales y en Zonas no declaradas en estado de emergencia. Desde entonces la presencia del ejército en la vida civil es ostensible al interior de los intentos de permanencia en el poder de Alberto Fujimori. Incluso  algunos señalan que las fuerzas armadas son el único partido en actividad en una sociedad sin partidos como la peruana.


Después de la capturan de Abimael Guzmán líder del senderismo el estado paso definitivamente a un segundo  plano. El estado retoma posesión de sus funciones inherentes. Esta transformación del estado fue posible por una aplicación radical  de las medidas neoliberales: apertura de la economía al mercado internacional, la desregulación de los mercados de trabajo, bienes y  servicios y de capitales, privatizaciones, reducción del déficit fiscal, liberación de precios y eliminación de subsidios.

En este contexto la pobreza  se mantiene y agudiza en el Perú, peor aun cuando existe un estado que cada vez destina menos recursos para superarla. De esta manera el Perú ha estancado como un país primario exportador. En 1996 de los 5,897 millones de dólares que exporto 77% correspondió a productos tradicionales de los productos no tradicionales: textiles, agropecuarios, pesquero, joyas y  orfebrería.

Los cambios impulsados por Fujimorismo “Autonomizo” la sociedad civil y la de las esferas del estado y de los partidos políticos y estableció un nuevo esquema de relación entre ellos: puso en cuestión el estado –nación y la soberanía nacional, destruyo el papel activo del estado en el desarrollo de la industria, debilito drásticamente su función integradora y lo sometió las leyes  del mercado, erigido este en la nueva institución hegemónica del ordenamiento social y de una economía abierta.

En consecuencia la sociedad no  es la misma de aquellos años pues los procesos de modernización y urbanización  aun cuando relativos han impactado en ella y se han traducido en olas de alta movilización social, básicamente para el reclamo de derechos ciudadanos. Si bien la republica de notables alcanzo niveles importantes de cierta institucionalidad, funcional a las estrategias y objetivos de las elites y con ello alcanzo un crecimiento económico importante, los gobiernos  de Fujimori ha reducido y re direccionado su aparato estatal; ha hecho entrar en crisis a las principales instituciones de atención social pero no ha alcanzado el desarrollo económico prometido.


CONCLUSIÓN

La guerra puede contribuir a la racionalización del estado aunque no necesariamente en una dirección democrática. Como hemos visto luego de la guerra  con chile las elites oligárquicas moldearon una relativa institucionalidad estatal y buscaron  formas de controlar los discordias y prevenir otra conflagración internacional. En el plano del régimen político solo se contribuyó una democracia elitaria, funcional a las elites oligárquicas y no una democracia representativa.

Luego de la guerra civil entre la oligarquía post-sendero luminoso se ha reconfigurado para constituirse la autocracia con fuerte presencia del aparato militar. En consecuencia se observa un profundo retraimiento del estado en el terreno social aunque en sus mecanismos de represión de la larga  crisis que vive el Perú desde los años Setenta. En este sentido el estado peruano es más débil que antes.

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