UNIVERSIDAD NACIONAL
DEL SANTA
ESCUELA DE EDUCACIÓN Y HUMANIDADES
LA GUERRA Y LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO: EL PERÚ EN TRES EPISODIOS
CURSO
: Realidad Regional
Estudiante : Estrada Mendoza Jakellyn
NUEVO CHIMBOTE – PERÚ
2008
LA GUERRA Y LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO: EL PERÚ EN TRES EPISODIOS
INTRODUCCIÓN:
El
problema que se discutirá en este
trabajo es que la guerra puede efectuar
en la construcción del estado. Aunque
resulte paradójico, la guerra ha sido un elemento que ha contribuido a la
racionalización del estado, pues pone en tensión a todas las capacidades de un
Estado para enfrentar con éxito los desafíos.
En el
campo de la batalla si bien significa
destrucción y caos también puede implicar el orden y las reglas. El estado debe
buscar alcanzar ciertos niveles de centralización que le permitan solucionar
problemas como la necesidad de recoger impuestos, conocer la magnitud de su
población, saber quiénes y cuántos pueden ir a la guerra.
La guerra
obliga al estado y a sus élites a tener
un conocimiento de los recursos disponibles dentro de un territorio dado.
Por ello
existe una relación estrecha entre destrucción y organización. La guerra desde
el renacimiento hasta la segunda guerra mundial ha incrementado el tamaño y el
poder de algunos gobiernos centrales, lo que ha traído como consecuencia la
desaparición de otros.
Por otro
lado la guerra también muestra sus efectos en el plano intelectual. Un momento
de desastre a causa de una derrota militar: exige a los intelectuales a buscar
respuestas a problemas urgentes como: ¿Qué tipo de estado construir? ¿A quiénes
integrar a él? ¿Qué ubicación en la distribución jerárquica deben ocupar
ciertos grupos sociales?
La guerra
produce aliados y enemigos, lealtades y enemistades, ello genera políticas ya
sea a consolidar alianzas, exaltar intereses, derrotar al enemigo o a
desactivar las potencialidades destructivas de él. Incita el temor y puede
ayudar a prever.
El siglo XX
los antecedentes fundamentales de la guerra-estado fueron:
1- El estado
peruano, como todos en América latina surgió
como el resultado de un proceso bélico, el que marco la independencia de las
colonias de la metrópoli española
2- El fracaso
de la confederación Perú- Bolivia (1836-1838) que género un debate de alto nivel ideológico y político.
LOS TRES EPISODIOS


Estado
peruano se caracterizó por ser sumamente eficiente para anular los conflictos
entre las élites; se manifestó incapaz
de incorporar las demandas ciudadanas de la sociedad. El estado que se formó si
bien no fue democrático si fue funcional a los intereses de las élites oligarquías.
El tercer episodio: lo constituye la guerra civil que el Perú vivió durante toda la trágica década del ochenta, con el enfrentamiento entre el estado y la sociedad y el movimiento subversivo Sendero Luminoso. Aunque también apareció en la escena político-militar el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru pero el clima bélico marco el Senderismo. Las consecuencias es la destrucción del estado populista peruano como en que permitió cobrar fuerza a ciertas condiciones para una restructuración dirigido por el gobierno de Alberto Fujimori desde 1992 luego del auto-golpe del 5 de abril de dicho año.
LA GUERRA CON CHILE Y LA REPÚBLICA DE NOTABLES (1894-1919)

A la guerra con chile le sucedieron dos guerras civiles:
La primera fue el enfrento por el
control del gobierno a los generales del centro, Andrés A. Cáceres
y del norte Miguel Iglesias de la que salió victorioso el primero; instaurando un periodo de poco más de diez años
de gobiernos militares.
La segunda fue la que pudo despojar a Cáceres del poder por medio de las montoneras
organizadas por Nicolás de Piérola, el gran caudillo civil del siglo XIX.
Gracias a una
alianza política entre partidos Civiles y Demócrata y la participación de los
poderes locales las montoneras lograron derrotar al militarismo e instauro un
periodo de gobiernos civiles y vía elecciones censitarias desde 1894 hasta
1919.
La guerra con chile fue dura pero imprescindible. Las consecuencias fueron
guerras internas entre los poderes locales peruanos. Pero sirvió como condición
para que las elites tomaran nota de dos cosas: que no podían seguir
desangrándose de esa manera y que esas pugnas las debilitaban y las alejaban
del objetivo de consolidar un orden interno.
Atendiendo
al peligro las elites se enfrentaron al interior de un estado de naturaleza, y
como modo de consolidar la legitimidad del poder civil en tanto detentador del
control del estado, el gobierno de Piérola se preocupó por profesionalizar al ejército
y así poder revertir la presencia. De esta manera busca cumplir con tres
propósitos: mantener el ejército subordinándolo al poder civil, prepararlo para
las tareas de defensa nacional e iniciar el ejercicio legítimo de la violencia
por parte del estado.
En el plano
intelectual por primera vez se incorporó en una fecunda discusión sobre que era
el Perú. Diecisiete años después de concluido el enfrentamiento bélico con
chile apareció un grupo de intelectuales, los novecentistas o arialistas que se
encargaron no solo de encontrar las
cusas de la derrota sino también de buscar las posibles salidas a la postración espiritual en la que
había quedado el Perú después del fracaso. ¿Qué era el
Perú y quienes lo integraban? tratando de identificar quienes lo
integraban y que lugar debían ocupar
cada uno de los componentes de la nacionalidad.
En ese
esfuerzo surgió que debía ser resultado prontamente el de la demarcación
geográfica y política del estado peruano.
Como es común en la historia de las
colonias que se independizan, las de-limitaciones geográficas no estaban
plenamente construidas y reconocidas, esta situación provoco una serie de
enfrentamientos entre los países que compartían fronteras.
Por ejemplo:
las guerras de Sudamérica dejaron secuelas de sangre y destrucción. Actuaron
como las réplicas de un fuerte sismo (la independencia) que ayudaron después a que las capas geológicas de la
sociedad se emparejen y lleguen tiempos de relativa calma ( avance del derecho
internacional).
Pues la
indeterminación del contorno geográfico ponía en riesgo al Perú de enfrentar un
nuevo desastre bélico y colocaba un problema de primer orden el de la
soberanía, como consecuencia el Perú se aboco a tratar de solucionar sus
conflictos fronterizos: con Brasil en 1909, Bolivia en 1920 con chile mediante la
devolución de Tacna en 1929 y con Colombia en 1933. Los acuerdos fronterizos con Brasil, Bolivia y
chile se firman durante los dos
gobiernos de Augusto B. Leguía (1908-1912 y 1919- 1930).
Para asegurar
la paz externa se hizo visible otra necesidad la de la estabilidad política interna.
El resultado fue singular y exitoso: se produjo un acuerdo explícito entre las
diferentes élites oligarquías que dio forma al estado oligárquico la cual tuvo
su momento de mayor esplendor durante los años 1894-1919 periodo que se designó
con el nombre de REPÚBLICA ARISTOCRÁTICA.
La república aristocrática dio lugar a los sectores
más importantes de las élites oligárquicas: agro exportadoras, grupos
financieros y poderes locales. Esto contribuyó a que las élites de los
diferentes espacios económicos- regionales tuvieran cierta representación política de acuerdo a sus pesos específicos en el panorama político-económico
peruano. Sin embargo
compartían la exclusión de las clases subalternas.
La economía internacional tuvo una importancia fundamental en la construcción del pacto oligárquico pues el liberalismo comercial contribuyó decisiva mente al auge agro exportador haciendo que la economía peruana creciera.
Luego del declive del comercio guanero y de las pérdidas de las riquezas salitreras por la guerra de 1879 el Perú debió definir su estrategia económica y la manera de insertarse en el ámbito internacional. De esta manera el Perú se conectó con el mercado internacional con ruta a la venta del azúcar, algodón, minerales y lanas. Fue bajo este macro económico que los agro exportadores se convirtieron en la fracción hegemónica del nuevo régimen.
La economía internacional tuvo una importancia fundamental en la construcción del pacto oligárquico pues el liberalismo comercial contribuyó decisiva mente al auge agro exportador haciendo que la economía peruana creciera.
Luego del declive del comercio guanero y de las pérdidas de las riquezas salitreras por la guerra de 1879 el Perú debió definir su estrategia económica y la manera de insertarse en el ámbito internacional. De esta manera el Perú se conectó con el mercado internacional con ruta a la venta del azúcar, algodón, minerales y lanas. Fue bajo este macro económico que los agro exportadores se convirtieron en la fracción hegemónica del nuevo régimen.
Entre 1890 y 1920 la tasa de crecimiento de las exportaciones fue
del 7%. También fue necesario crear instituciones que dieran cauce
o ofrecieran el respaldo suficiente al
proceso económico. Así desde 1890 se promulgaron leyes tendientes a impulsar la
agricultura de exportación, se dio la primera Ley de Riegos para ganar nuevas tierras o para la agricultura de la
costa, también de creo en 1893 el Banco Agrícola y el Instituto Técnico de Estudios Agrícolas. Se crearon la Escuela Nacional de Ingenieros Civiles y de Mina de lima, el cuerpo de Ingenieros
de Minas y de Aguas, la Escuela de Agricultura de Lima.
Se instauro
el patrón oro con el fin de aceitar el engranaje de la economía peruana de cara al mercado internacional abandonando el
patrón plata que había sufrido una
devolución de aproximadamente 60% de su precio . se creó la Compañía Recaudadora de Impuestos y el Ministerio de Fomento. “El Estado
para estar más a tono con los impuestos,
iba modernizando sus funciones e incrementando su presencia”.
La creación
de ciertas instituciones por el estado tenía el deber de cumplir una misión:
preservar el orden jerárquico, incorporando segmentada y parcialmente a los
disidentes de las elites y controlar las expresiones de descontento de los
sectores populares especialmente obreros, quienes creían un número y
politización a la par que crecía la economía y se expandían las industrias. Por
primera vez en la historia peruana se dio cierto juego de alianzas entre los
partidos existentes, básicamente el Civil, el Demócrata, el Liberal y el Constitucional
quienes aseguraron la sucesión presidencial entre los años 1899 - 1912 y 1915 -1919. Se trató de una
democracia elitaria pero no se constituyó un estado democrático.
En otro
plano la guerra con Chile también puso en evidencia la fragmentación del país. Por ello se impulsó la articulación de las
regiones vía el tendido ferroviario. De esta manera por el sur el ferrocarril llego al Cusco, conecto el puerto
del Callao con las zonas mineras de los Andes centrales como La Oroya, cerro de Pasco y Huancayo, mientras que en el
norte comunico a numerosas haciendas con los puertos.
El estado y
las élites lograron ciertos consensos, básicamente exacerbando sentimientos de
revancha ante el peligro externo o mediante la educación. Al mismo tiempo se preocuparon
en introducir los valores del respeto a las jerarquías, la resignación y la
obediencia y la aceptación como “natural”.
Finalmente
el estado oligárquico también aprobó leyes de atención a los reclamos obreros.
El principal fue de la jornada de ocho horas de trabajo durante el segundo
gobierno de José Pardo donde se estableció una serie de leyes que protegían de
alguna manera a los trabajadores así como también se establecieron en el
gobierno de Augusto B Legía (1908-1912) y de Guillermo E. Billinghurst
(192-1914), pues los dos últimos querían establecer nuevas relaciones entre
estado y sociedad buscando modificar el panorama preponderantemente agrario de
la economía peruana.
GUERRA OLIGARQUÍA-APRISTAS (1930-1933) Y LA DICTADURA MILITAR
En el periodo
anterior ya se observaba una paulatina politización de las clases populares por
acción del anarquismo y del anarcosindicalismo. Una expresión de este proceso
fue la movilización popular –urbana de 1912, con el cual llego al poder un
caudillo desafecto al civilismo y a la oligarquía dominante. Se trató de una acción
política que emergió desde lo social pero no tuvo expresión política y organización autónoma.
En los años veinte aparecieron expresiones
políticas partidarias para dar cauce a las nuevas expresiones sociales. Como
fueron el aprismo y el socialismo, fundadas por Víctor Raúl Haya de la Torre y
José Carlos Mariátegui. Estas conformaciones políticas –populares significaron
una fuerte presión al estado oligárquico especialmente por parte del APRA.
El Partido Comunista no supo representar a las clases populares tanto por errores tácticas
como por la fuerte represión que el estado ejerció contra sus bases sociales, compuestas
fundamentalmente por los trabajadores mineros. De esta manera, el comunismo
quedo en una posición marginal en la lucha por el poder. Por el contrario el
aprismo si fue capaz no solo de expresar política y organizativamente a los
contingentes populares emergentes, sino a que les proveyó de una cierta
identidad entre plebeya y religiosa.
En 1930 ya
había caído el largo gobierno de Agusto B Leguía. El mejor vehículo que
encontraron las elites oligárquicas para
el control del estado fue recurrir al ejército y el eligido como
ejecutor del golpe fue el coronel Luis Miguel Sánchez Cerro. Luego del
leguiisimo, la oligarquía estaba en condiciones de retomar el poder político.
No obstante la fragmentación de la oligarquía ocasiono fricciones entre las
elites regionales del norte y del sur.
Advino una
etapa de precariedad institucional y de luchas internas al interior de ellas;
producto de esta situación fue el destierro de Sánchez Cerro. La solución fue
el establecimiento de una Junta de
Gobierno que tenía como misión convocar a elecciones en 1931 para elegir a un
nuevo presidente, además de conformar una Asamblea Constituyente.
El auge vertiginoso
que cobraba el Aprismo representaba un riesgo para el triunfo electoral de los
representantes políticos de las elites oligárquicas. Para
enero de 1932 luego de un atento fallido
contra Sánchez Cerro a manos de un aprista el gobierno decreto el Estado de
Sitio, implanto cortes marciales y legalizo la pena de muerte. Al mismo tiempo
la economía peruana no se recuperaba del shok de 1929 trayendo como consecuencias
la recesión económica, la reducción de los salarios y el aumento del desempleo. En
enfrentamientos políticos y crisis económicas se produjo la más importante insurrección
de la historia aprista en 1932.
Las consecuencias
del conflicto militar APRA -ejercito
fueron profundas. Desde 1932 el
enfrentamiento de la alianza de la oligarquía con el ejército, por un lado
contra el APRA por el otro delineo la lucha política peruana. A pesar de su
derrota militar del aprismo se convirtió en un factor clave en la lucha por el
poder en el Perú y las clases populares se constituían en sujetos que podían
amenazar el orden oligárquico. Pero además
la oligarquía descubrió que no estaba sola en la lucha política y que ahora
debía enfrentar a un enemigo al cual había que liquidar por cualquier medio.
Al amparo de
la dictadura, el estado como promotor del desarrollo económico, tuvo como objetivo central garantizar el
equilibrio social de las clases productoras, cambiando la represión de derechos
sociales, destinadas estas a desmovilizar a las clases populares emergentes. Con la dictadura
de Benavides nació la política social en el Perú, sustentada en una ampliación
del gasto público. se amplió la cobertura del estado y se configuraron ciertos
elementos de un populismo autoritario.
El aparato estatal
había crecido considerablemente. Mientras 1900 se calculaban 500 empleados en 1920 aumentando a 5,329 y para 1931 a 14, 778. Es este último año ya se
había fundado el Banco Central de Reserva con el objetivo de mantener la
estabilidad monetaria y regular el circulante. La recaudación fiscal también
aumento. En 1919 los impuestos a las importaciones representaba el 18% en 1927
fue de 30%.
Se crearon
los ministerios de Educación, Salud y de Trabajo y Previsión Social, también estableció
el reglamento para el manejo de fondos pro-Desocupados. En 1936 fundo el seguro
Social y mando construir el Hospital Obrero y el Central Policlínico; también
se reconoció 33 Sindicatos y se creó la Dirección de Asuntos Indígenas. Se creó
Escuelas, Viviendas populares y estimulo el deporte como una manera de
fortalecer el respeto a la autoridad y de fomentar la obediencia.
Durante la
dictadura de Benavides “no aprovecho la ocasión para modernizar sus estructuras
ni para hacer más ágil la economía del país. Pues no hubo capacidad para reorientar la economía”
por estar muy atado a las elites oligárquicas, que preferían conservar a
innovar.
La guerra
que la oligarquía junto con el ejercicito sostuvo contra el aprismo, contribuyo
a que el estado modificara su carácter. Para ello debió crear instituciones que
atendieran a los reclamos de la sociedad popular; la oligarquía mientras por un lado mantenía un estado de
guerra contra el aprismo y por el otro buscaba descoyuntar a este de sus bases sociales
(obreros, artesanales, clase media, empleados publica)
La retención
producida por el enfrentamiento oligárquico- ejército contra el aprismo vertebró
la vía política y social del Perú por lo menos hasta 1980.
LA GUERRA SENDERISTA (1980-1990) Y LA AUTOCRACIA FUJIMORISTA

Impidiendo así
la consolidación de la democracia y esto llevo a una temprana crisis que se
revela en la desgracia de los partidos políticos en el terreno social, las múltiples
crisis que vivió el Perú durante los Ochenta jaqueo las débiles redes
constituidas por una sociedad civil precaria. El trágico resultado de la guerra
subversiva se revela en casi 30 mil víctimas producidas por el enfrentamiento donde
las dos terceras partes- delos muertos fueron civiles.
El primer
gobierno fue Fernando Belaunde Terry en
1980 hasta 1985, Perú fue destituido por
golpe militar de 1968. En la política económica,
el acciopopulismo pretendió ir despojando al estado de sus funciones sociales para otorgar prioridad al
mercado. Las condiciones sociales de crisis en que se encontró al país hicieron que el gobierno solo
aplicara a medias el proyecto liberal que sus ministros y funcionarios repatriaos
de los organismos internacionales portaban bajo el brazo.
La lucha
contra el senderismo puso en jaque no solo al gobierno de Acción Popular sino
también a la legitimidad del orden
democrático. Una tarea primordial era derrotar a la subversión. La reacción del
estado fue echar mano a la represión indiscriminada lo que ocasionó el ejército
de una violencia estatal que solo producía su propia des legitimidad tanto
interna como internacional. A la violencia terrorista se le trataba de derrotar
con la violencia ejercida desde el estado en la que las fuerzas armadas iban
tomando una mayor participación en detrimento del gobierno civil elegido.
Las
violencias que cometían contra los derechos humanos producían dos efectos: el
retraimiento de la vida pública de sectores importantes de la población y sus
denuncias por parte de organismos internacionales como Amnistía Internacional.
Lo que se volvía
evidente entre los ojos tanto de peruanos como de la comunidad internacional
era que se trataba de un estado incapaz de detener la espiral de violencia y de
asegurar mínimamente el orden interno.
En 1983 cuatro provincias del departamento de
Ayacucho y 127 distritos no pudieron elegir a sus autoridades por el terror
ejercido por el Senderismo. En 1984 existían 13 provincias bajo la declaración de Zonas de Emergencia y
se contaban aproximadamente 5000 víctimas. Una delas conciencias fue que
predomino en la vida política y social del Perú la lógica de la guerra. Los
senderistas fueron identificados como los enemigos a los cuales había que
vencer.
Sendero Luminoso
no cobraba su fuerza en el apoyo de amplios sectores populares, por contrario
sus acciones contra el estado fueron llevadas acabo por comandos que no tenían
ningún a relación orgánica con el pueblo al que pretendía liberar.
Todo esto
afecto duramente a la vida en general del país. El estado perdió autoridad en
aquellos lugares declarados por el senderismo como “zonas liberadas”. Pues prácticamente desapareció tanto en sus
funciones de ofrecer servicios como en sus
labores netamente represivas.
Sendero
Luminoso estaba cumpliendo con su proyecto: de llevar al gobierno a todo gobierno
agotar sus recursos, los del estado y la nación en tareas de represión incidiéndole
responder a las demandas elementales de la población.
Como
reacción el estado debió crear algunas instituciones y readecuar otras. Y en
eso autorizo el ingreso dela fuerzas armadas a Ayacucho y creo los comandos político-,
militares. El gobierno peruano opto en su lucha contra el terrorismo relegando otros factores como
los económicos, los sociales y culturales; y para eso también se creó la Dirección
contra el Terrorismo y se readecuo y modernizo el Servicio de Inteligencia
nacional.
El estado
peruano unto aquellas instituciones destinadas
a la represión en detrimento de otras como las de promoción económicas y sociales.
A la presión
ejercida por Sendero Luminoso contra el Estado se debe agregar el descalabro
económico que vivió el país durante la década del ochenta y se agravo durante el gobierno del APRA. Una cifra es
demoledoramente: en1990 la inflación llego a 7, 649,6%. Además la presión
tributaria disminuyo drásticamente. Ye n los años de 1986 – 1989 se mantuvo en un 9% en 1989
solo redujo 5%. Es decir el estado peruano estaba sin recursos.
De esta
manera la crisis económica y la violencia terrorista pusieron en el límite de
sus fuerzas a la sociedad peruana y debilitaron aún más a un estado
tradicionalmente frágil, sin instituciones sólidamente constituidas, sin
capacidad de atentar a las demandas sociales y más allá de su fortaleza
“física” para reprimir.
Para julio
de 1990 cuando concluye la administración aprista el aparato estatal estaba
prácticamente destruido: “la sociedad tuvo la sensación de carecer de estado justamente cuando más lo
necesitaba”
Fue bajo el fujimorismo que se legalizo la ampliación de las
facultades de las fuerzas armadas como la de intervenir en Universidades,
Penales y en Zonas no declaradas en estado de emergencia. Desde entonces la
presencia del ejército en la vida civil es ostensible al interior de los
intentos de permanencia en el poder de Alberto Fujimori. Incluso algunos señalan que las fuerzas armadas son el
único partido en actividad en una sociedad sin partidos como la peruana.
Después de
la capturan de Abimael Guzmán líder del senderismo el estado paso
definitivamente a un segundo plano. El
estado retoma posesión de sus funciones inherentes. Esta
transformación del estado fue posible por una aplicación radical de las medidas neoliberales: apertura de la economía
al mercado internacional, la desregulación de los mercados de trabajo, bienes
y servicios y de capitales,
privatizaciones, reducción del déficit fiscal, liberación de precios y
eliminación de subsidios.
En este
contexto la pobreza se mantiene y
agudiza en el Perú, peor aun cuando existe un estado que cada vez destina menos
recursos para superarla. De esta manera
el Perú ha estancado como un país primario exportador. En 1996 de los 5,897
millones de dólares que exporto 77% correspondió a productos tradicionales de
los productos no tradicionales: textiles, agropecuarios, pesquero, joyas y orfebrería.
Los cambios
impulsados por Fujimorismo “Autonomizo” la sociedad civil y la de las esferas
del estado y de los partidos políticos y estableció un nuevo esquema de
relación entre ellos: puso en cuestión el estado –nación y la soberanía
nacional, destruyo el papel activo del estado en el desarrollo de la industria,
debilito drásticamente su función integradora y lo sometió las leyes del mercado, erigido este en la nueva
institución hegemónica del ordenamiento social y de una economía abierta.
En consecuencia
la sociedad no es la misma de aquellos
años pues los procesos de modernización y urbanización aun cuando relativos han impactado en ella y
se han traducido en olas de alta movilización social, básicamente para el
reclamo de derechos ciudadanos. Si bien la republica de notables alcanzo
niveles importantes de cierta institucionalidad, funcional a las estrategias y
objetivos de las elites y con ello alcanzo un crecimiento económico importante,
los gobiernos de Fujimori ha reducido y
re direccionado su aparato estatal; ha hecho entrar en crisis a las principales
instituciones de atención social pero no ha alcanzado el desarrollo económico
prometido.
CONCLUSIÓN
La guerra
puede contribuir a la racionalización del estado aunque no necesariamente en una
dirección democrática. Como hemos visto luego de la guerra con chile las elites oligárquicas moldearon
una relativa institucionalidad estatal y buscaron formas de controlar los discordias y prevenir
otra conflagración internacional. En el plano del régimen político solo se contribuyó
una democracia elitaria, funcional a las elites oligárquicas y no una
democracia representativa.
Luego de la
guerra civil entre la oligarquía post-sendero luminoso se ha reconfigurado para
constituirse la autocracia con fuerte presencia del aparato militar. En
consecuencia se observa un profundo retraimiento del estado en el terreno
social aunque en sus mecanismos de represión de la larga crisis que vive el Perú desde los años
Setenta. En este sentido el estado peruano es más débil que antes.